Las 5 diferencias entre tener sexo o hacer el amor

Está claro que todos sabemos que tener sexo o follar con alguien y hacer el amor no van de la mano, son dos conceptos totalmente diferentes aunque impliquen un acto en ambos casos de penetración propiamente dicho. A continuación, os contamos las principales diferencias que pueden ayudarte a comprender la diferencia entre ambas prácticas:

La actitud cambia

Cuando tenemos una cita dónde sabemos que nuestro objetivo es puramente sexual, solo nos focalizamos en llegar al orgasmo, haciendo lo que sea necesario. En cambio cuando haces el amor con una persona con la que hay atracción, química e incluso sentimientos, no hay prisas y te recreas y te esfuerzas en intentar satisfacer a la otra persona para que sienta placer y disfrute.

La forma de expresarse cambia

No es que cuando haces el amor no se puedan decir expresiones o frases calientes, pero la forma en que hablas con esa persona es muy diferente a la de cuando tienes puro sexo con alguien. Cuando haces el amor, entre besos y caricias se expresa ese sentimiento de confianza y amor, con palabras no tan calientes sino más bien emocionales.

Empatizas más con la otra persona

Cuando haces el amor, ya no buscas satisfacer única y exclusivamente tus necesidades, ya te preocupas por saber qué es lo que más le gusta a la otra persona y cuáles son sus puntos débiles para conseguir darle el máximo placer posible. En este caso, se muestra más la parte sensible protagonizada por el cariño.

La personalidad no cambia

Los juegos de rol en el sexo están presentes en muchas ocasiones, en este caso, el hombre o la mujer, adopta una actitud muy diferente a la habitual. Cuando se hace el amor, la personalidad no cambia, se intenta ser natural mostrando una parte más íntima.

Acercamiento después del coito

Después de tener sexo en muchos casos, la situación es muy fría cada parte sigue pensando en las cosas que tiene por hacer o en lo que va hacer después. En cambio después de hacer el amor, hay un diálogo tierno entre la pareja que normalmente va acompañado de caricias, abrazos y susurros. Se presta mucha más atención en este caso que en el mencionado anteiormente.